• Reducción de tiempos en procesos administrativos en la impresión de facturas.

  • Misma validez oficial que las facturas en papel.

  • Mayor seguridad, al tener los más modernos candados electrónicos.

  • Contribución para la conservación del medio ambiente.

  • Almacenamiento por cinco años para consulta, impresión  y conservación a través de un buzón electrónico en Internet.

  • Comprobar la veracidad de estas facturas a través de los servicios en línea del SAT.